¿Del Rey de Patones, al Rey de España?

¿Del Rey de Patones, al Rey de España?

¿Qué país es este en el que un ciudadano particular se puede dirigir al Rey empleando ese mismo título para sí, y -lo que es más curioso- a sus conciudadanos no les extraña? Pues este país es España, donde la quintaesencia de ese pensamiento, que hoy creemos locura, la encarna a la perfección El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

Además de Cervantes, otros genios de la literatura como Francisco de Rojas Zorrilla con su obra “del Rey abajo ninguno”, o Lope de Vega en la archiconocida “Fuenteovejuna” plasmaron en sus obras esa actitud tan hidalga de David contra Goliat. Para entender de dónde nos vienen estas ínfulas tenemos que bucear en nuestro pasado hispano-romano, en concreto, en la forma en la que Roma administraba sus territorios. Este método de otorgar credenciales y tierras a las “gens” (tribus romanas), lo copiaron tal cual los visigodos, y lo desplegamos por toda la península ya como reinos cristianos durante los ocho siglos en los que se llevó a cabo la Reconquista, luego ¡es lógico que se nos haya quedado grabado en el ADN!

Curiosidades

¡Atento al suelo!


Menos llorar y rezar por el difunto, hoy en día la funeraria se encarga de todo. El proceso es tan distante que, al parecer, la muerte de un ser querido, desde el punto de vista psicológico, no se asume hasta pasado más de un mes.
Curiosidades

Las termas: el Networking de la época


¿Podría haber un foro sin termas? Te respondo ¿podría haber un entorno empresarial sin campo de golf?
Curiosidades

Educación humanista y gratuita para todos


San Ignacio de Loyola (1491-1556) fundador, y primer general de la Compañía de Jesús, fue alumno de la universidad cisneriana. Pagó su estancia trabajando en el hospital de Antezana, como te hemos contado ya por ahí.
Curiosidades

¿Por qué los españoles tenemos dos apellidos?


Algo que sin duda llama la atención sobre los españoles a todos los que no lo son, son nuestros dos apellidos, y además que no estamos dispuestos a renunciar a ninguno de ellos, sea cual sea nuestro estado civil, solteros, casados o viudos.