Alcalá de Henares
Una ciudad en torno a un palacio
Cuando Cisneros decide crear la universidad en Alcalá, ésta no era una ciudad sin pasado, sino que ya era una importante villa castellana, mucho más importante que Madrid.
En el largo periodo de la Edad Media en la ciudad pasan muchas cosas. Complutum decae con la colapso del Imperio romano, pero no desaparece del todo como otras muchas ciudades. Se mantuvo gracias al culto que se desarrolló en torno a las tumbas de los Santos Niños, Justo y Pastor. Este culto se mantuvo incluso durante la dominación de los musulmanes, que desplazaron la ciudad a un emplazamiento en alto, lo que hoy se conoce como Alcalá la Vieja, pero el núcleo original complutense se mantuvo durante todo este tiempo, de manera que al completarse la Reconquista la ciudad recuperó su primitivo emplazamiento en torno a las reliquias.
En este nuevo periodo la ciudad crecerá alrededor del espacio sagrado sobre el que hoy se asienta la Catedral Magistral. Su fácil comunicación con Toledo la convierte en un lugar de descanso para los obispos primados. Siguiendo la costumbre de los reyes hispanos de alojarse en sus viajes en espacios pertenecientes a la Iglesia, Alcalá empezó a ser frecuentado por la realeza. De hecho, como consecuencia de esa itinerancia en Alcalá nació la Reina de Inglaterra, Catalina de Aragón
SOLO CAMBIAN LAS PIEDRAS
Alcalá es la demostración práctica de que la historia «ni se crea, ni se destruye», sino que es una continua sucesión de generaciones de humanos que interpretan su obra; siempre en un mismo escenario, en el que a veces… ¡solo cambian las piedras! En los mil años de recorrido en este Tesoro, veremos cómo la ciudad cambió incluso varias veces de nombre.
El origen de la actual Alcalá de Henares tiene como punto de partida el desplazamiento de su población, pero solo a escasos dos kilómetros de la antigua Complutum. La gente quiso asentarse cada vez más en torno al punto —fuera de la ciudad— en el que se produjo el martirio de los niños Justo y Pastor en el 304, donde siglos más tarde sería construida la Catedral Magistral en su honor.
En el S. V la antigua ciudad romana quedaba ya lejos del núcleo religioso cristiano, pero sus piedras también se trasladaron en torno a la basílica que se construirá sobre el martyrium. Primero, bajo la advocación de estos primeros mártires y posteriormente -por cuestiones de reorganización del culto a los santos- solo por la de San Justo. De esta advocación procede el hagiotopónimo de Santiuste, que da nombre al Burgo medieval. El Campo Laudable no dejó de recibir peregrinos que deseaban venerar el lugar del martirio, ni siquiera durante la invasión musulmana. Ésta se produjo próxima al núcleo cristiano visigodo, en el margen izquierdo del río Henares.
Los musulmanes erigieron una fortaleza –Qal´at Abd al-Salam– a 630 metros de altura, lo que les permitía una nítida visión sobre todo lo que ocurría en el cruce de caminos entre la submeseta norte y la submeseta sur. Era el lugar perfecto para ver como las huestes de uno y otro bando subían y bajaban.
Esta fortaleza árabe formaba parte del sistema defensivo creado por los musulmanes para salvaguardarse de los reinos cristianos del Norte, pero como todas ellas, terminó cayendo definitivamente bajo el dominio de la monarquía castellano-leonesa en 1118. La conquista cristiana de este pequeño bastión musulmán coincide con el momento en el que llegan a la Península los temidos Almorávides, de cuya intolerancia no se habrían librado los alcalaínos. Los primeros invasores árabes habían llegado a acuerdos con la población local, algo que habría sido imposible con los invasores del norte de África. ¡Nos libramos por los pelos!
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LOS ARZOBISPOS DE TOLEDO Y EL DESARROLLO DE LA CIUDAD
Alcalá de Henares tiene un encanto especial. Su casco histórico -conservado a la perfección- permite entender cómo fue la evolución de una importante ciudad española a partir de Edad Media.
La monarquía castellano-leonesa mantuvo estrechas relaciones con la curia episcopal en todos sus territorios. En especial con aquellos que fueron clave en la Reconquista como los arzobispados de Toledo y Compostela. En 1099 la diócesis Complutense fue agregada a la de Toledo y a comienzos del siglo XII sus arzobispos ya daban señales de contar con la ciudad del Henares de forma destacada, donde se llevaron a cabo importantes obras arquitectónicas, culturales y religiosas, entre las que destacaba el Palacio Arzobispal.
La vida en la Edad Media, para los que no luchaban, estaba basada en la búsqueda de las mejores condiciones de vida. En este sentido, el agua tenía que estar garantizada, no solo para abastecer a la población de una buena huerta, sino para ahuyentar, en gran medida, la presencia de enfermedades. Por todo lo descrito, y porque el Tajo y sus afluentes conectaban a las dos ciudades fluvialmente, Alcalá se convirtió, poco después de su reconquista, en uno de los lugares favoritos para el alojamiento y descanso de los Arzobispos toledanos.
Es frecuente encontrar palacios en localidades pequeñas, en los que se podía preservar mejor a sus importantes moradores de asaltos indeseados y posibles contagios. La pequeña fortaleza mudéjar de los arzobispos toledanos cercana al río Henares fue creciendo en importancia en la misma proporción en la que era visitada por ilustres personalidades de la baja edad media. ¡Está claro que los romanos no se equivocaron al echarle el ojo a este sitio!
Las reliquias viajeras
CUANDO ALCALÁ SUPERÓ A COMPLUTUM
Como toda ciudad medieval, esta también nos ha dejado pequeños rincones patrimoniales con mucho encanto: calles porticadas, palacios nobiliarios, hospitales, templos, monasterios y hasta unos estudios generales.
Con todas estas infraestructuras, Alcalá de Henares pasó de pequeña aldea a convertirse en sede temporal, no solo del cortejo arzobispal, sino de la propia corte real. Muchos nobles que acompañaban a tan insignes comitivas construyeron aquí sus residencias. Con este nivel de desarrollo urbano también llegaron profesionales liberales y funcionarios para atender las necesidades de sus habitantes. Entre todos ellos destacó Miguel de Cervantes y Saavedra.
El uso del Palacio fue creciendo en favor de los reyes de Castilla. Seguir a la corte en su itinerancia siempre era un factor de riesgo. La preferencia de reinas, nobles e infantes por estos espacios sería especialmente destacada en los periodos de necesaria calma, como eran los embarazos, partos y primeros meses de vida de los infantes; de hecho, en este Palacio nacieron la hija menor de los Reyes Católicos y futura reina de Inglaterra, Catalina de Aragón, y el emperador alemán Fernando, hermano del rey Carlos V e hijo de Juana I «la Loca».
Este singular edificio fue testigo de excepción de numerosos concilios eclesiásticos y reuniones regias, entre los que destaca por encima de todas la primera entrevista entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón.
Katharine, Queen of England
Y AL PRÓJIMO COMO A TI MISMO
Los primeros hospitales estables surgen a finales del Imperio Romano, habitualmente por decisión de los obispos de cada localidad. Pero es durante el periodo Islámico cuando en España se da una amplia fundación de instituciones hospitalarias. La Iglesia Católica hispana compartía con los musulmanes el imperativo moral de tratar a los enfermos independientemente de su estado financiero.
La situación económica de los reinos cristianos llevó a que, hasta mediados del siglo XI, la labor hospitalaria corriera casi exclusivamente a cargo de los monasterios. Los religiosos estaban generalmente a cargo de las labores asistenciales materiales y espirituales de los enfermos, pero nunca quirúrgicas; estas estaban reservadas a cirujanos-barberos, ni siquiera para médicos. Cuando Alcalá de Henares alcanza un cierto desarrollo urbano se empieza a dotar de instituciones y servicios propios de una ciudad próspera. Junto con los conventos empiezan a aparecer otras instituciones tales como: colegios, hospicios, mercados y hospitales.
El famoso Hospital de Antezana aún desempeña la función filantrópica para la que fue creado. Es el edificio más antiguo de Europa dedicado de forma continuada a una función asistencial. Fue fundado en 1483 por Don Luís de Antezana y su esposa Doña Isabel de Guzmán. Estos nobles tan generosos cedieron una parte de su palacio para atender a los enfermos más humildes. La institución está a día de hoy a cargo a día de un Cabildo o Junta de Nueve Hidalgos, bajo la presidencia honorífica de la Reina Sofía. En el ideario local reside la creencia de que Don Rodrigo de Cervantes -padre del amadísimo autor de El Quijote- trabajó aquí como cirujano sangrador.
Uno de los más afamados pacientes que han pasado por este hospital fue San Ignacio de Loyola. Llegó en 1526 agotado y maltrecho de un viaje a pie desde Barcelona. Aquí conmutó el pago por su alojamiento y sus estudios con trabajos como enfermero y cocinero del hospital. Aunque solo estuvo un año está claro que dejó una huella importante en la ciudad. A los 20 años de su partida se funda en Alcalá el primer colegio para estudio de los Jesuitas en España aun vigente. Hasta aquí llegó para completar sus estudios el papa Francisco. Como bien ves, fue tan determinante el paso de San Ignacio por esta ciudad que la Fundación del Hospital de Antezana se prepara con ilusión para celebrar por todo lo alto el 500 aniversario de su llegada en 2026.
Además de Antezana, hubo muchos otros hospitales: el Hospital de San Lucas y San Nicolás, el Hospital de San Julián, el Hospital de Mujeres Pobres, el Hospital de Santa María la Rica, y el Hospital de la Orden de San Juan, del que se conserva una parte del mismo actualmente denominado como Casa de la Entrevista. Este número de instituciones sanitarias nos habla de la importancia de la ciudad entre los siglos S.XVI y S.XVII, así como del volumen de su población, en su gran mayoría estudiantil.