Actualmente el título se logra cuando se es un gran especialista en una área concreta del conocimiento y se escribe un trabajo original de investigación, la tesis doctoral, y se defiende ante un tribunal que lo valora públicamente, lo que se llama la defensa de la tesis. Al final del acto cualquier doctor presente en la sala puede preguntar sobre temas relacionados con la tesis que se defiende. Pero en la época cisneriana la cosa era mucho más difícil, pues en ese acto, cualquier alumno de la universidad podía preguntar sobre cualquier cuestión de los conocimientos que se impartían en la universidad y si no se respondía correctamente el doctorando podia fracasar en la defensa de su tesis, lo que convertía al hecho de ser doctor en algo mucho más difícil que hoy en dia. Por eso se celebraban festejos tan importantes cuando alguien conseguía aprobar el doctorado, además este tenía el privilegio de poner en su ciudad natal una “pintada” realizada en vino y sangre de toro con su anagrama de la palabra “victor”, victoria en latín, en general se pintaba en las fachadas de las iglesia principal de la localidad.
¡Víctor!
¡Víctor!
Aunque en nuestra vida ordinaria el tratamiento de doctor se emplea para referirse solo a los médicos, en realidad es el tratamiento que se debería reservar a aquellos que logran alcanzar el máximo nivel académico del sistema educativo, el doctorado.