Para que te hagas una idea, cuando Cortés llegó a México, los sacrificios humanos era una práctica “asidua”, ya que se celebraban una vez al mes -y el calendario aztecas tenía 17 meses. En California, San Junípero Serra se encontró con comunidades que vivían en el Neolítico, comunidades tan tribales que hablaban (entre la Alta y la Baja California) 750 lenguas. Se intentó dotar a todas ellas de un futuro, y de estructuras de progreso que pasado no mucho tiempo eran similares a las que se disfrutaban en Europa. Para motivarles la Corona Española les daba 10 años en los que se tenían que poner las pilas, a partir de ahí empezaba a cobrar impuestos.
Las provincias de Indias estuvieron en pie de igualdad con las peninsulares, teniendo sus ciudadanos los mismos derechos y obligaciones. Y a pesar de lo que la “Leyenda Negra” ha difundido, las únicas leyes de protección de las poblaciones indígenas que ha habido en América son las leyes que los españoles escribieron, recogidas en las Leyes de Indias y en los Estatutos Reales, algo que precisamente ninguna otra monarquía europea hizo. La relación con los indígenas americanos y la Corona era tan sólida que realmente se había constituido un único país. Las ideas y los avances técnicos, sociales, sanitarios y culturales que llevamos los españoles a las Indias no solo se quedaron allí, sino que volvieron a la España infinitamente mejorados.