La pista de aterrizaje del Aeropuerto Madrid -Torrejón te puede llevar muy lejos, pues tiene casi 5 kilómetros de longitud, lo que la sitúa en el podio, como la más larga de Europa. ¿Y para qué se necesitaba una pista tan grande? Pues básicamente para aumentar la velocidad con la que los grandes aviones bombarderos o de carga pueden aterrizar y despegar al tiempo. No olvidemos que esta pista fue concebida con fines armamentísticos en plena Guerra Fría. Otro de los motivos, -salvo que seas un viajero intergaláctico de Star Trek al que le son ajenas las leyes de la física-, es el peso de la aeronave o el espacio necesario para frenar. De hecho, esta de Torrejón fue una de las tres elegidas por la NASA para prever la necesidad de un aterrizaje forzoso del trasbordador espacial. Pistas más largas que estas las encontramos sobre todo a más de 4.000 msnm, como las que existen en el Tibet chino, ya que aquí la física vuelve a complicar las cosas, pues en la medida en la que ascendemos por la atmósfera la densidad del aire es menor al igual que el porcentaje de oxigeno, ambas circunstancias exigen que para alcanzar la velocidad de despegue, con la sustentación necesaria para volar, sea necesario recorrer mucho más espacio que si nos encontrásemos despegando en el aeropuerto de Hong Kong, pegaditos al mar.
¿Sabías que la base aérea de Torrejón de Ardoz está una de la pista y despegue más largas del mundo?
¿Sabías que la base aérea de Torrejón de Ardoz está una de la pista y despegue más largas del mundo?
La actualización aeronáutica de un viejo dicho chino diría que “puedes ver la construcción de un kilómetro de pista aérea como un mero kilómetro de pista pavimentada… o cómo un kilómetro de pavimento que te puede llevar a cualquier lugar del mundo”.