¿Has oído la frase “No vale ni la bula de Meco” para referirse a algo de lo que es imposible librarse de ninguna manera? Se debe a que los habitantes de Meco, en el siglo XV, recibieron una bula por la que podían saltarse el ayuno impuesto por el Papa, que por aquel entonces había que hacer todos los viernes del año y otros días establecidos. ¿Y a qué se debía esa excepción? Pues al simple hecho de que durante mucho tiempo se pensó que esta localidad (junto con algunas aledañas) era el punto más alejado de cualquier costa y, por tanto, el más difícil de proveer de pescados para poder cumplir con este tipo de preceptos. Eso sí, el ayuno de Cuaresma sí que había que cumplirlo, ahí sí que no valía ¡ni la bula de Meco!
¡No vale ni la bula de Meco!
¡No vale ni la bula de Meco!
¿Has oído la frase “No vale ni la bula de Meco” para referirse a algo de lo que es imposible librarse de ninguna manera? Se debe a que los habitantes de Meco, en el siglo XV, recibieron una bula por la que podían saltarse el ayuno impuesto por el Papa, que por aquel entonces había que hacer todos los viernes del año y otros días establecidos. ¿Y a qué se debía esa excepción?