Yo que tú no lo haría, forastero

Yo que tú no lo haría, forastero

¿Sabías que la expresión "yo que tú no lo haría, forastero" no nació al sur de Oklahoma City, sino al norte de Burgos City?

Viajar a lo largo de los siglos por la geografía española era parecido a lo que vemos en las películas del Oeste, una aventura en la que el forastero no tenía muy claro qué leyes eran de aplicación en cada lugar. Por eso era frecuente que se colocaran unas columnas de piedra a la entrada y salida de los pueblos llamadas rollos jurisdiccionales, que indicaban de qué tipo era la justicia en esa villa y quién tenía la jurisdicción.

Con esa información, la persona que llegaba hasta allí decidía si se arriesgaba a entrar en el pueblo o lo rodeaba para evitar problemas. Estos podían ser muchos y graves, pues las reglas podían ser increíblemente injustas y arbitrarias, y estaban basadas casi siempre en el ejercicio de la venganza del ojo por ojo.

Otro aspecto a tener en cuenta es que eran normas de rápida ejecución, pues las personas no estaban registradas y podían cambiar de nombre en cualquier momento, lo que haría imposible su persecución; por eso eran tan mal vistas las gentes de oficios itinerantes.

Curiosidades

¿Sabías que la vendetta sigue existiendo hoy en día?


La 'vendetta', una palabra de origen italiano que significa venganza, es una siniestra costumbre que se remonta al siglo XV, propia de sociedades agrarias y fragmentadas en clanes, y que defiende la 'venganza de la sangre por la sangre'. Todos tenemos en mente las películas de Hollywood ambientadas en el sur de Italia donde aparecen mafiosos despiadados y jefes de clanes dispuestos a matar a quien sea para lavar con sangre el honor mancillado de los suyos.
Curiosidades

La ciudad para el bien común


La materialización del concepto “Ciudad de Dios” se nombró como elemento esencial en dos de los tres puntos de la declaración que valoró la UNESCO para inscribir la Universidad de Alcalá en la lista del Patrimonio Mundial.
Curiosidades

¡No vale ni la bula de Meco!


¿Has oído la frase “No vale ni la bula de Meco” para referirse a algo de lo que es imposible librarse de ninguna manera? Se debe a que los habitantes de Meco, en el siglo XV, recibieron una bula por la que podían saltarse el ayuno impuesto por el Papa, que por aquel entonces había que hacer todos los viernes del año y otros días establecidos. ¿Y a qué se debía esa excepción?
Curiosidades

¿Dónde había que firmar para ser romano?


¿Qué interés podría tener para los pobladores autóctonos el modo de vida romano? Lo cierto es que la ciudad romana ofrecía numerosas ventajas y comodidades a los que habitaban en ellas, y eso que en un principio no contaban con los privilegios añadidos que suponía la concesión de la ciudadanía romana.